En un plato de ensalada comen todos a la vez, y jugando las barajas tin marín do pingués…
La bienal nacional que organiza el Museo de Arte Moderno correspondiente al 2013, es el evento más importante en materia de artes visuales que auspicia el gobierno. Es una bienal que inició en los años 40´, y, desde 1990 se lleva a cabo sin interrupción. Por décadas su inauguración ha sido en fecha 16 de agosto.
Sin embargo, llama la atención que justamente nos encontramos en la mitad del mes de abril, faltando apenas 4 meses de la fecha prevista para su inauguración, y aun no se ha producido la convocatoria oficial a la misma. No obstante se han filtrado noticias que en fecha reciente, por fin, se ha conformado el más variopinto comité –cada uno con sus intereses– para llevarla a cabo y dedicar tan importante evento al recién fallecido maestro Domingo Liz.
La pregunta que se hace obligatoria es: ¿Qué está pasando en el MAM?
Cualquier bienal o evento de esta naturaleza, y en este caso la bienal oficial –la que define como anda la política cultural en materia de artes visuales– su fecha de celebración tiene que verse obligatoriamente como su "pico", y los 2 años previos a su inauguración, tienen que ser asumidos como parte integral del tiempo necesario para la preparación de dicho certamen. Tiempo durante el cual tiene que elaborarse: el cronograma de trabajo, la selección de los curadores, el comité científico, elaboración de presupuestos e identificación de fuentes financiación alternativas, bases, cuestiones legales, plan de medios, imagen gráfica, estrategia de difusión, entre otros, no menos importantes… para que nada quede a la improvisación, o a la ausencia de una atinada gestión cultural que pueda poner este importante evento en la cuerda floja.