domingo, 24 de marzo de 2013

10 artistas plásticos de la Hispaniola exponen “On Common Ground: Dominican Republic and Haiti”

Washington, DC. EE.UU.-
Diez artistas plásticos de la isla Hispaniola muestran diferentes aspectos de la vida cotidiana, las interpretaciones históricas y los conflictos que inquietan a los haitianos y los dominicanos en el “Art Museum of the Americas” de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La exposición “On Common Ground: Dominican Republic and Haiti”, abierta hasta el 26 de mayo, de 8:00 a.m. -  5:00 p.m. también recopila opiniones de los pintores sobre su país vecino en la isla.
De acuerdo con las explicaciones compartidas en las paredes de la exposición, al dominicano Gustavo Peña le gusta como los haitianos se visten y la forma alegre o divertida en la que utilizan los colores. Su compatriota Ángel Leonardo dice que cuando escucha en una misma frase Haití y República Dominicana, lo primero que llega a su mente es que la isla es suficiente para ambas naciones.
Killy Patrick Ganthier, autor haitiano que presenta en la exposición esculturas de tanques de gas propano cuenta que lo que más le gusta de la República Dominicana es que es un país en calma, algo que a su juicio es difícil de encontrar en Haití. Pero, la primera palabra que llega a la cabeza de su compatriota Pascale Monin cuando escucha en una misma frase los nombres de las dos naciones de la Hispaniola es “incomprensión”.
La muestra transmite las preocupaciones de la gente de cada nación. La pintora Hulda Guzmán presenta con humor las preocupaciones de muchas familias dominicanas por la inseguridad relacionada con la delincuencia en su obra “El Allanamiento”, que incluye además un texto en el que explica cómo nació la idea del cuadro.
Según los datos de la exposición, Guzmán fue asaltada y los ladrones le quitaron su documento de identidad, con éste cometieron fechorías como clonar tarjetas y utilizarlas en negocios de ventas de bebidas alcohólicas.
La Policía, expediente en mano, acudió a su casa para apresar a la artista, que captura ese momento en una pintura que retrata la casa de una familia de clase media dominicana.
La artista explica que los agentes fueron convencidos por su padre de que meterla en la cárcel habría sido absurdo. Su argumento era difícil de refutar en la cultura dominicana “esa muchacha ni siquiera bebe una gota de alcohol”.
Además de que Guzmán se salvó de ir a la cárcel tuvo la idea de hacer un cuadro para reflejar la situación. Su colega haitiano Jean Emmanuel, trata de promover, con un toque de ironía, los derechos humanos en Haití.
Con figuras antropomorfas y mensajes en creole, que explican ciertos derechos humanos fundamentales, un tema central para la política haitiana que han vivido graves conflictos armados en su historia reciente, uno de ellos en 2004, cuando mediante un conflicto armado fue expulsado el entonces presidente Jean Bertrand Aristide.
El embajador de Haití, Paul Altidor, ha dicho que la exposición es una muestra de “las aspiraciones de ambos países de avanzar en nuestra relación”.
Mientras que el dominicano Aníbal de Castro ha enfatizado en que los países comparten una historia, pero más importante que esto, comparten “un futuro”.
En el volante oficial de la exposición se invita a los visitantes a ser testigos del diálogo que, según el documento, se inicia entre estas naciones: la República Dominicana y Haití. Y que éste no queda limitado a la política, el arte o la geopolítica, sino que está abierto al mundo.

La exposición ha sido organizada por las embajadas de Haití y de la República Dominicana en Washington, y la Asociación de Estados Americanos. Además de los dominicanos Guzmán, Peña y Leonardo, participan sus compatriotas Natalia Ortega Gámez
 y
 Julio Valdez.
Por Haití, los artistas Marc Lee Steed y Manuel Mathieu se suman a los ya mencionados Ganthier, Emmanuel y Monnin.
El museo se encuentra en la OEA, 201 18th St Washington, DC.

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